Una condena transparente (Escena teatral)

Personajes:

Amparo Castillejo, rea cumpliendo condena por asesinato.

Gloria, funcionaria de prisiones.

Luisa, rea trasladada de otro centro penitenciario.

(Centro penitenciario” La Rehabilitación”, ubicado en plena Sierra Morena, de construcción moderna, celdas acristaladas, estilo minimalista. En ella se encuentra Amparo Castillejo, acusada de asesinato.)

Primera Escena

Amparo: ¡¡Sacadme de aquí, yo no fui!! Esto es una injusticia.

Gloria: ¡Cállate!  O me veras obligada a comunicarlo al director de la prisión, ya sabes cómo se las gasta.

Amparo: ¡Tú siempre igual! Te crees superior por llevar armas.

Gloria: cuando te dirijas a mí me hablas de usted.

Amparo: ¿y tú porqué me tuteas?

Gloria: porque tú eres la rea, la condenada, la desgraciada….

(Amparo, rompe a llorar)

Gloria: Si llora, llora, pero cuando lo hiciste, ni una lagrima. Además, en un rato habrá sorpresas, tendrás una compañera de celda.

Amparo: ¡No quiero a nadie, quiero estar sola!

Gloria: jajajajaja! Sola y por mucho tiempo. jajaja

Amparo: Lo único que me faltaba, compartir esa blancuzca bañera con una extraña.

Segunda Escena:

Gloria: Hola llorica, aquí te traigo a Luisa, verás como no te vas a quejar tanto.

Amparo: ¡Maldita sea! No quiero estar con nadie. Yo no soy de este mundo. Soy inocente.

Luisa: ¿Y a ti que te pasa?, lo sé todo, eres una asesina, me dan asco las que matan a personas indefensas.

Amparo: (sollozando), Yo no lo hice, imposible, era mío y lo quería demasiado. Además, ¿tú que eres una santa?

Luisa:  cuidado con meterte conmigo. Lo que yo haya hecho, a ti no te interesa. Pero no estoy aquí por haber matado. Llevo seis años cumpliendo condena en sitios mucho mas denigrantes que este y no voy a aguantarte lloros.

Amparo:  no derramare ni una lagrima más, pero no dejaré de gritar que soy inocente.

Luisa: Tal vez si hubieras visto aquella cajita, blanca, tan pequeña, te habrías suicidado.

Amparo: ¡Calla no quiero imaginarlo!

Luisa: qué ¿te da remordimiento?  falsa, eres una falsa.

Gloria: ¡No quiero escucharos más, me duele la cabeza de los gritos, sobre todo de la llorica.!

Luisa: No se preocupe, de esta me encargo yo. Como siga así, sí que me condenaran por homicidio, ¡porque soy capaz de rajarte!

Amparo: (en voz baja) ¡Dios!, ¿Es que no hay un Dios?, estoy sufriendo demasiado por dentro, para que me atosiguen de esta manera. Ya me lo decían, iras a la prisión mas moderna, pero lo que te encontraras adentro te hundirá hasta la miseria.

Luisa: ¿Qué murmuras?, acaso estas recordando como lo hiciste. Seré tu sombra hasta que de tu boca salga, ¡Si, fui yo, yo lo mate!

Amparo.  ¡! Jamás ¡!…. (se queda Llorando amargamente).

Emuñoz

Cuestión de gustos

Aún me estoy preguntando qué pudo suceder aquella noche.

Era veinte de enero, nuestro aniversario. Treinta años de relación, complicada, que día a día acabó convirtiéndose en una autentica pesadilla. Y no, no exagero, los cinco primeros años fueron una aventura amorosa, pero tan soloeso. Después, con el tiempo, su carácter se fue haciendo tan agresivo que nos llevó a un distanciamiento total. Entonces, me di cuenta de que aquel enamoramiento había sido un ensayo fallido.

La aparición de Luís, en mi vida, me devolvió la ilusión. Por primera vez me sentí querida. Mientras, la relación matrimonial era insoportable.

Aquella semana, previa al aniversario, decidimos que algo había que hacer.

LUIS – ¡¡No sé cómo aguantas a ese canalla, pídele el divorcio ya ¡¡.

ELLA. –Luis, cariño, no me atrevo, sería como darle el arma para acabar con mi vida. Él es capaz de eso y mucho más. Hay que hacer algo, mi amor.

LUIS -Deja que piense. ¿El día veinte te llevará, como cada año, a cenar al Restaurante del Casino?

ELLA. -Sí, es el único detalle que suele tener, y ya me cuesta trabajo aguantarlo toda la velada.

LUIS- Ahí será la oportunidad. Te traeré una sustancia para que en un descuido la puedas verter en su bebida. El efecto a las veinticuatro horas es mortal.

Me armé de valor y decidí llevar a cabo el plan. 

Eran las nueve de la noche, cuando entramos en el restaurante. La mesa reservada era la de siempre, la número 32, cerca del mirador que daba al mar. Se podía observar el oleaje bravío. La noche era poco apetecible, la lluvia y el viento se apoderó de aquel aniversario. Todo era premonitorio.

El METRE-Buenas noches, señores, acompáñenme, por favor. Su mesa, como siempre, la 32. Espero que tengan una agradable velada.

¿Que tomaran, los señores, para beber?

EL. –tráigame un Ribera de Crianza.

-Muy bien señor.

– ¿Y usted, señora? –

ELLA. – Sí, a mí, un Rioja, por favor. 

-Muy bien, enseguida les mando al camarero. Aquí les dejo la carta con las sugerencias del día.

Muchas gracias.

 

EL. –Estás ,esta noche ,encantadora.

Lo miré fijamente y le sonreí de manera forzada.

En ese momento, sonó su móvil.

EL. –(Contesta a la llamada) Sí, dígame, hola, un momento, (perdona cariño, es un cliente, seguramente será algún imprevisto. Ahora mismo vuelvo).

Lo noté alterado y se marchó a paso rápido hacia los aseos.

EL.-.(continua la conversación telefónica) ¡Paula, como me llamas sabiendo que estoy con ella! No, aún no le he dicho nada. Sí, estamos en el restaurante, acabamos de llegar. No te preocupes, de esta noche no pasa, le pediré el divorcio, …sí, buscare el momento idóneo. Sabes que tú eres mi único amor. Venga, mañana hablamos y te cuento…si, ya lo sé, pero estate tranquila. Un beso amor mío.

Estaba tardando en regresar.

La ocasión se había presentado. Con sigilo, evitando que alguien me viera, vertí la sustancia en su copa. Solo había que esperar.

Apareció en ese momento y me puse nerviosa. Para que no notara nada, decidí ir al baño a retocarme. 

-ELLA. – Voy al baño, cariño, vengo enseguida.

Me queda la duda si me habrá podido ver manipulando su bebida.

EL METRE -Disculpe señor, ha habido un error, el camarero le puso el ribera a su esposa. ¿Quiere que les traiga otras copas? 

-No, no hace falta, todavía no hemos bebido, yo mismo cambio las copas de lugar. No se preocupe. Gracias.

Regresé a los cinco minutos y allí estaba, de pie, esperándome con la copa en la mano………

 

EL. -Cariño, esta noche estás, especialmente, encantadora. Brindemos por nuestro aniversario.

fin

Emuñoz

 

Clausula Adicional (Obra teatro corta)-Autor : Emuñoz

PERSONAJES:

EDUARDO QUINTANA: Edad 55 años, cantante y guitarrista, aspecto decadente, viste pantalón negro y americana blanca, camisa negra, zapatos negros (envejecidos), luce melena canosa y barba algo descuidada.

GUILLERMO:  50 años, propietario pub- viste traje tono beige camisa azul y corbata tono salmón. Luce un pañuelo azul en bolsillo delantero de la chaqueta. Aspecto arrogante. 

LUIS SEGURA: 70 años, empresario artístico de gran importancia. Aspecto bonachón, risueño. Viste de forma sport, pantalón y chaqueta.

SINOPSIS

Eduardo Quintana, cantautor desde los dieciocho años. Cuando cumplió treinta años, conoció a Carola, una chica, vocalista, con la que formo pareja artística, y de la que se enamoró perdidamente. El suicidio de Carola incidió en su carrera musical agravando su situación personal. Después de media vida de escenarios y haber alcanzado varios éxitos, se encuentra físicamente hundido y su voz denota empeoramiento, provocado por la adicción al alcohol. Contratado en el Pub restaurante propiedad de Guillermo, con quien no se lleva bien, por la actitud prepotente de este último, quien le paga un mínimo porcentaje del aforo y le hace hacer tres sesiones los fines de semana. Eduardo, quiere hacerle ver que él es un artista de reconocida fama y exige mayor remuneración. Aparece en escena Luis Segura, que fue uno de los empresarios que llevó a Eduardo a la fama, intervendrá de forma relevante en la situación, desembocando en un final trágico e inesperado.

Pub restaurante, con actuaciones en directo, situado en un barrio periférico de Madrid, con un salón al fondo para 40 veladores, la decoración es clásica, al fondo una pequeña tarima-escenario, cortinas color verde y malva a modo de telón.

1.-

En la puerta del camerino de Eduardo

Aparece Eduardo algo desaliñado y ojeras acentuadas

GUILLERMO. – ¡Otra vez llegas tarde y con esa pinta!

EDUARDO. – con voz temblorosa.  Aún falta media hora para la actuación, son sólo las diez.

GUILLERMO. –  Sí, pero te tengo dicho que vengas una hora antes, tienes que calentar esa mierda de voz que tienes.

EDUARDO. – ¿Mierda de voz?, no te vas a enterar nunca delante de quien estás. Yo llené los mejores escenarios de este país, sí, yo, mi guitarra y mi Carola, fuimos los numero uno.

GUILLERMO. – ¡jajaja! No me cuentes historias. No te ves, que tu voz es puro vodka. Además, me duele la cabeza de escucharte siempre lo mismo. ¡Qué si fuisteis el número uno con esa tal Carola! Qué…. /

EDUARDO. –  Ni se te ocurra mencionarla, no te lo aguanto…/

GUILLERMO. – Eres tú el que siempre la sacas a relucir y hablas de su puta depresión, y me importa un carajo si se suicidó, tal vez lo hizo para no aguantarte. Y te repito, el día que por tu mierda borrachera escuche un gallo de esa puta garganta, te largo.

EDUARDO. – ¿Largarme?, Soy yo el que triunfó en el San Jordi, en el Teatro Real, el que consiguió los mejores éxitos musicales … ¡largarme a mí!, suerte de tenerme aquí por los cuatro duros que me pagas. Un día me iré y te dejaré tirado.

GUILLERMO. – ¡Venga, déjate de paranoias y prepárate que faltan cinco minutos!!

Guillermo se marcha

Eduardo, coge la guitarra y una foto de Carola que guarda en el cajón junto al arma con la que se suicidó, introduce la foto con cuidado en el bolsillo interior de la chaqueta y sale de su camerino

2.-

Salón, Eduardo sale al escenario

EDUARDO. – Buenas noches, amigos; no sé si alguno de ustedes me reconocerá, mi nombre es Eduardo Quintana, y junto a mi guitarra pisamos los mejores escenarios. Ella, aún sigue tocando como los ángeles –(Se emociona) ahora espero que mi voz y mis canciones sean de su agrado.

Comenzaré con un tema que se llama “Junto a ti”, permítanme que se la dedique a una mujer que llevo aquí en mi corazon. tocándose, lentamente, el pecho, comienza a tocar la guitarra y a cantar

 “……Junto a ti soy como el viento unas veces canción y otras silencio”

En ese instante, Luis Segura se levanta y se le queda mirando fijamente

LUIS. –  Dirigiéndose a su acompañante

 Ahí está, ese es Eduardo, Eduardo Quintana. Es increíble cuánto tiempo ha pasado y aún interpreta como nadie. Me dijeron que podría encontrarlo aquí, razón tenían. Ese tipo trajeado debe ser el encargado, lleva todo el rato de un lado para otro.

dirigiéndose a Guillermo  

 Amigo, un momento por favor.

GUILLERMO. –  se acerca a la mesa  

Sí, dígame caballero.

LUIS. –  Me imagino que usted es el encargado.

GUILLERMO. – Bueno, no exactamente, más bien el dueño del restaurante. Pero, dígame ¿En qué puedo ayudarle?

LUIS. –  Disculpe, mi nombre, es Luis Segura, productor musical, encantado de conocerle. Me habían hablado bien de su restaurante, la verdad es que todo lo que han servido hasta el momento es de muy buena calidad.

GUILLERMO. –  Muchas gracias, señor Segura y mucho gusto en tenerle aquí.

LUIS. –  Pero he de decirle que el mejor plato, está siendo la actuación.

GUILLERMO. – Bueno, me alegro de que le guste, sabe, entre usted y yo, se trata de un pobre hombre que, casi, le estoy haciendo el favor de que trabaje conmigo. Hace lo que puede con su guitarra y su voz, y sirve para animar un poco la velada.

LUIS. –  Amigo, ¿usted sabe a quién tiene sobre el escenario?

GUILLERMO. –  Bueno, vino un día a pedirme trabajo y…/

LUIS. –  Ese artista que tiene usted ahí, ha sido uno de los mejores cantantes de este país, y le diré más, andaba buscándole, pues quiero montar una gira con voces de los sesenta. Cuando termine, por favor quiero hablar con él.

GUILLERMO. –  Como no, Sr Segura, le diré que venga a saludarle cuando termine su actuación, y permítame que esta vez pague la casa, así se quedará con ganas de volver.

LUIS. –  Pues muy agradecido por el detalle. Si que volveré, me ha convencido la velada. Por favor no olvide de avisar a Eduardo.

GUILLERMO. –  No se preocupe, lo tengo en mente.

 Guillermo se retira hacia el backstage

Eduardo termina la actuación.

Luis, lleva un rato esperando, pero no acaba de llegar Eduardo, Se levanta varias veces de su asiento mirando a ver si viene alguien.

dirigiéndose a su acompañante

LUIS. -Vámonos, se nos hace tarde, el tipo este ha desaparecido y Eduardo no acaba de llegar. Mañana volveré más temprano, antes de la actuación

3.-

Camerino de Eduardo, llega Guillermo

GUILLERMO. –  Eduardo, un momento quiero hablar contigo de una cosa.

EDUARDO. – ¿De qué se trata ahora? ¿No te ha gustado mi deliciosa voz?

GUILLERMO. –  No hombre, has estado fantástico, tu guitarra ha sonado como nunca, …  . hoy ha sido un lujo de actuación, y… /

EDUARDO. – ¿A qué viene tanto halago?

GUILLERMO. –  Verás, he pensado que tal vez si te aumento un poco más el porcentaje de comisión, podrías actuar otro día más entre semana, el jueves, por ejemplo. ¿Qué te parece?

Silencio—-

GUILLERMO. – ¡Pero contesta algo ¡, te has quedado mudo.

EDUARDO. extrañado. ¿De cuánto dinero estamos hablando?

GUILLERMO. –  A ver, ahora mismo te llevas un diez por ciento del aforo, podría subirte hasta un quince por ciento, creo que es buena ofert../

EDUARDO. –  Un veinticinco por ciento y cerramos el trato. Si voy a estar cuatro días, es lo menos que debo recibir.

GUILLERMO. – ¡Hombre, es una barbaridad! Subirte de un diez hasta un veinticinco, por un día más, es algo ilógico……. Lo pensaré y mañana te digo algo.

EDUARDO. –  Muy bien, pues mañana hablamos.

GUILLERMO. –  Hasta mañana. Vente temprano te espero en mi despacho.

Se apaga luz del escenario de forma gradual hasta dejarlo totalmente a oscuras

4.-

Despacho de Guillermo, llega Eduardo

GUILLERMO. –  Hombre, Eduardo, pasa siéntate. Mira, he estado sopesando tu oferta, la verdad es que la veo excesiva…. Yo debería tener alguna garantía de tu parte que compensara el esfuerzo económico, por ejemplo; firmar un contrato de exclusividad.

EDUARDO. – ¿Es que no te fías de mí?

GUILLERMO. –  No hombre, no es eso, pero quién no me dice que mañana encuentres algo mejor y me dejes tirado, ya me lo has avisado más de una vez cuando te enfurruñas.

EDUARDO. – ¿Y en qué términos sería ese contrato?

GUILLERMO. –  Como tú habías dado el ok ayer. Me he permitido traer ya redactado el acuerdo que ha hecho mi abogado, para si quieres firmarlo ahora. Pues yo creo que lo justo, en caso de romper por tu parte el acuerdo por encontrar otro trabajo mejor, sería que me indemnizaras con un treinta por ciento de la cuantía de tu nuevo contrato.

Eduardo se queda pensativo, lee hasta tres veces el documento

EDUARDO. –  Conforme, vendré jueves, viernes, sábados y domingos. (lo firman ambos)

GUILLERMO. –  Bueno socio, has hecho un buen trato.

EDUARDO. –  Espero que así sea. Voy a prepararme para la actuación.

Sale Eduardo del despacho

5.-

Guillermo coge la guía telefónica

GUILLERMO. –  A ver, …aquí está … Luís Segura …91020520….

levanta el teléfono y marca el número

GUILLERMO. – ¿Don Luís Segura? hola ¿cómo se encuentra?, soy Guillermo el propietario del restaurante en el que estuvo usted anoche. ……si, si… por eso le llamo. Era para pedirle disculpas pue al final tuve un problema familiar y olvidé avisar a Eduardo Quintana………. Claro que sí, si quiere le doy su número y habla usted directamente con él……, pues tome nota por favor, su móvil es 666222000…. , muy bien, me gustaría verle de nuevo por aquí, ….un saludo y le reitero mis disculpas. Adiós. Adiós….

Guillermo se levanta de su asiento y comienza a dar paseos por el despacho, algo nervioso

Llaman a la puerta

GUILLERMO. – Sí, adelante.  algo sorprendido ¡Eduardo ¡, creí que te estabas preparando para la actuación.

EDUARDO. –  Sí, ya estoy listo, era solo para decirte que, de lo acordado, desde esta misma noche.

GUILLERMO. –  Sí hombre, cómo no… claro, claro, desde esta misma noche tienes el veinticinco por ciento.

EDUARDO. –  Ok, pues hasta luego.

Sale Eduardo del despacho

6.-

Camerino de Eduardo

Eduardo acaba de terminar su actuación, en ese momento le suena el móvil

EDUARDO. –  Dígame, sí, soy yo. ¿Quién?……hombre, Luís, cuánto tiempo, me alegra escucharte, …yo bien, aquí trabajando…/! ah ¡¿qué estuviste aquí ayer? sí, se habrá despistado, no, no me ha dicho nada. …… ¿Cómo? ¿una propuesta? Qué tipo de propuesta sería…. ¿una gira de dos años en Latinoamérica?. , pero Luís, tú sabes que yo ya ni soy el de antes….., sí, no es que sea pesimista, es que ../. … ¿entonces seríamos cuatro cantantes de aquella época? hombre, así es más llevadero ¿y de qué importe estamos hablando? …, ¿cien mil euros?…….,

(silencio)….

 sí hombre como no voy a estar contento…es que me he quedado traspuesto, no me esperaba algo así……claro que sí, Luís, ……de acuerdo, ……nos vemos allí, entonces el martes a las diez. Venga un abrazo.

Eduardo cuelga el teléfono y se queda pensativo

EDUARDO. – ¡Maldito! Lo sabía y no me dijo nada, esta será la última vez que se quiera aprovechar de mí, mirando hacia arriba, te lo prometo Carola

Saca una petaca de vodka se la bebe del tirón, abre el cajón coge el arma y sale de su camerino

7.-

Despacho de Guillermo.Guillermo sentado en su sillón, junto a la mesa, leyendo el contrato firmado

Llaman a la puerta

GUILLERMO. –  Sí, adelante. con voz temblorosa, Eduardo, ¿qué ocurre? ¿Qué tal la actuación?

EDUARDO. –  Bien, muy bien, tal vez la mejor que haya realizado, una pena que no la hayas disfrutado.

GUILLERMO. –  Me alegro. No he podido escucharte, estaba repasando nuestro contrato, y …/

EDUARDO. –  Por cierto, de eso venía a hablarte. ¿Sabes qué?, durante toda mi vida profesional he tenido muchos altibajos, momentos difíciles provocados por amistades farsantes, aquellas que vienen a chuparte la sangre y luego te dejan tirado. Puse todas las fuerzas para conseguir mi sueño, triunfar en los escenarios. Pero llega un momento que la vida te empieza a dar esquinazos, y aquellos que parecían ayudarte te van hundiendo cada vez más. ¿Lo entiendes?, sí, tú debes entenderlo. Yo no estoy alcoholizado por voluntad propia, a mí me importa nada el sabor de un vodka es tan solo mí refugio, al que recurrimos cuando se nos maltrata, a la droga ,en muchas ocasiones, como escape, esa droga que acabó con la vida de mi Carola

GUILLERMO. -¿No me dijiste que fue una depresión?

EDUARDO. -¿Sabes lo que se siente cada vez que una cucaracha de esas se atraviesa en mi camino? Enseñando el arma

GUILLERMO. – nervioso, A ver amigo Eduardo, no, no juegues con eso. Se sitúa detrás del sillón. No debes martirizarte tanto con tu pasado y tienes que mirar hacia adelante. Me gustaría que fueras más positivo. Créeme, todo lo que he hecho por ti, ha sido para que reaccionaras.

EDUARDO. –  Sí, por una vez te doy la razón, debo reaccionar. ¿Sabes que en tu contrato he echado en falta la cláusula adicional…….?

GUILLERMO. -¿Cláusula adicional?

Eduardo apunta con el arma y dispara dos veces a Guillermo, que cae al suelo muriendo en el acto

FIN

Emuñoz

El canto de los pajaros ( Escena teatral) Autor: Emuñoz

PERSONAJES:

RITA. Niña de doce años, oriunda de Peal de Becerro (Jaén), Hija única de matrimonio campesino de aquella localidad.

ADRIÀ.- Niño de trece años, nacido en Besalú (Girona). Es hijo único y sus padres son músicos y profesores.

Son las doce de la mañana, hace dos horas partió el buque le Mexique del puerto de Burdeos con destino a México. En él van 450 niños y niñas, exiliados de la guerra civil española.

Proa del barco, en la cubierta, se escucha el sonido de una flauta traversa tocando “El cant dels ocells”( El canto de los pájaros). Rita, una niña de doce años, se aproxima y queda totalmente ensimismada observando a aquel niño con su flauta.

ADRIÀ.- ¿Com et dius?

RITA.-  ¿Eres francés?

ADRIÀ.-  Ah! Perdona. No, no soy francés, soy de un pueblecito de Girona. Es que te pregunté por tu nombre en catalán.

RITA.-  ¿Tú hablas español y catalán?

ADRIÀ.- Pues claro, me llamo Adrià. Pero dime como es tu nombre.

RITA.- Soy Rita, bueno Aurora, pero siempre me llamaron Rita. ¿Y tú?, serás Adrián, ¿no?

ADRIÀ.- No, ya te he dicho que es Adrià, nunca me llamaron Adrián.

RITA.- ¿ Pues es raro?. Me gusta como tocas, es muy bonita esa música y me hace recordar a mi pueblo y a mis amigos.

ADRIÀ.- A mí también. Mis padres son músicos y me enseñaron desde pequeño. Me relaja mucho. Se llama “El canto de los pájaros” y me fijo en esas gaviotas que nos llevan a un sitio donde estaremos un tiempo, hasta que mis padres puedan venir a por mí.

RITA.- Los míos también me dijeron que no tardarían en venir. Allí, adonde vamos, dicen que es un sitio muy bonito y que no hay tantos peligros, ni guerras… /

ADRIÀ.- Es Méjico, ese sitio, es Méjico. ¿Tu crees que acabará la guerra pronto? Me gustaría volver cuanto antes a mi pueblo.

RITA.- Un mes , me dijo mi padre. No sé porqué no han venido con nosotros. !Éramos tan felices!. Se le saltan las lagrimas

ADRIÀ.- No llores, esto pasará rápido. Yo cuando llegue voy a preguntar por una escuela de música, quiero seguir aprendiendo. Tú podrías venir conmigo y que te enseñaran.

RITA.- ¿Yo?, que va, si en mi pueblo no hay de esas cosas. Allí trabajamos en el campo. ¿Tú has sembrado alguna vez patatas?

ADRIÀ.- No, ¿Es muy difícil?.

RITA.- Yo cuando llegue a Méjico, voy a preguntar donde hay huertos. Mis padres me enseñaron, pero tengo que trabajarlo para que no se me olvide.

ADRIÀ.-¡Oye! , podría enseñarte yo a tocar la flauta y tú a mí a sembrar patatas.

RITA.- ¡Tócala otra vez Adrián!

ADRIÀ.- sonriendo. Solo lo haré si me llamas por mi nombre.

RITA.- Ay! Estoy tonta, Adrià, toca la canción esa de los pájaros, si la escuchan en España, seguro que se termina la guerra y nuestros padres vendrán a por nosotros.

Adrià, toca de nuevo y ambos se ponen a llorar. Comienzan a llegar más niños que se van sentando en el suelo de la cubierta..

FIN

Emuñoz