Han pasado tantos años, tantos,
del vacío que dejaste en mi memoria,
de ese frío tan gélido que quema
este corazón herido y destrozado.
Tantos años y aún te añoro en el goce
de este solsticio de estío, cuando el sol
camina ardiente paseando impecable
por ese maldito trópico innombrado.
Tantos años, y que daría por sentir tu roce,
seguir los dos subidos en esta enorme noria,
donde se hizo grande nuestro amor,
donde cada día solo vivía para amarte.
Han pasado tantos años, tantos,
que no me acostumbro a perderte.
Emuñoz
Muy bueno
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